NUEVA YORK.- Marie Lauradin, una inmigrante haitiana residente en Queens, culpable de haber quemado en el 25% del cuerpo a su hija durante un rito vudú en su casa, fue condenada ayer a 17 años de cárcel.
La niña, Saintil Frantzcia quedó en llamas, mientras su madre hacía el rito, pero les dijo a los investigadores que estaba frotando la menor con alcohol, porque estaba enferma y con fiebre y una vela cayó cerca, originando el fuego.
El juez Richard Buchter, le dijo a la haitiana que le iba a dar oportunidad para que dijera la verdad y de inmediato le reprochó el que justificara el rito vudú con el argumento de que su hija, estaba "endemoniada".
El magistrado le replicó diciéndole que la única presencia demoníaca que debió haber habido en la casa, era la preocupación de la madre por la hija. Originalmente, la inmigrante haitiana le dijo a la policía que el fuego se produjo, mientras cocina el arroz en la estufa de su casa y que su hija, se le Acercó por detrás, tumbó la cacerola, que derramó el agua hirviendo sobre el cuerpo de la menor.
El siniestro se produjo el 4 de febrero del 2009.
"Este fue un acto de barbarie y no un accidente", añadió el juez de la Corte Suprema de Queens. "La víctima ama tiernamente a la madre y todavía quiere ser amada a pesar de las mentirosas excusas", expresó el magistrado. La niña, sufrió graves lesiones que la mantuvieron en coma por semanas en un hospital de Queens, algunas de ellas serán permanentes.
Su rostro quedó casi desfigurado.
El fiscal leyó un e-mail enviado por la madre adoptiva en el que dice que la niña sufre mucho en la escuela, porque otros estudiantes se burlan de ella.
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